ORFEO POR SU MUJER, CUENTAN QUE BAJÓ AL INFIERNO

Decía Quevedo en clave de humor en unos conocidos versos:

Orfeo por su mujer,
cuentan que bajó al infierno,
y por su mujer no pudo
bajar a otra parte Orfeo.

Dicen que bajó cantando,
y por sin duda lo tengo,
pues en tanto que iba viudo,
cantaría de contento.

Montañas riscos y piedras
su armonía iban siguiendo,
y si cantara muy mal,
le sucediera lo mesmo.......

Bromas a parte, nosotros no tuvimos que descender a los infiernos sino ascenderlos; y aunque es posible que la dureza de la ruta a algunos se les antojara un auténtico infierno, estoy seguro de que al final del camino, sentados en la terraza de la Casa de Piedra, con una jarra de cerveza en la mano y rodeados de amigos de aventuras, a todos nos pareció, por un momento, estar acariciando el cielo.