CLAUSURADO EL CURSO DE INICIACIÓN A LA ESCALADA PARA ADULTOS 2013

La presentación del curso de este año fue muy similar al del 2012. El grupo compuesto por 11 alumnos prometía que empezaron las clases motivados y con ilusión. Esta vez incidimos en cosas esenciales de la escalada, recortando un poco las horas de teórica y añadiendo más horas para las clases prácticas.

Así pues, la mañana del sábado día 13 lo dedicamos al conocimiento del medio y materiales, y luego hicimos un taller de nudos para aprender los más básicos e imprescindibles para la escalada. Durante la tarde completamos la jornada aprendiendo las técnicas de descuelgue en el rocódromo municipal.

El día 14 tocaba roca en Morata de Jalón. Fue un día fue soleado y caluroso, y como hubo dos monitores que no pudieron asistir por motivos diversos, acudieron para echar una mano amigos y compañeros para poder realizar todas la prácticas. Todo salió a pedir de boca, caras sudorosas y,en ocasiones, la ”moto””, pues no es tan fácil realizar las maniobras en altura como a ras del suelo. Comimos en la zona del Macizo de Ali a la sombra de los chopos, y conforme íbamos terminando de masticar, como hipnotizados y sin movernos, caímos en un profundo letargo; solo pudo sacarnos de este sopor, una voz que decía: “Ala u keeee!!!! Vaaamos al techo alaaaaa, yo me voy a cascala”. Así que resumiendo nos levantamos, dimos un paseo por los alrededores, una compañera sufrió el ataque de un “insectus horribilis” que le puso el ojo morado y nos volvimos a Ejea más contentos que unas castañuelas.

El segundo fin de semana, tenía la misma estructura que el anterior, sábado teorico- práctica en el rocódromo de Ejea , y domingo (por lluvias) rocópolis.

Como era necesario repasar algunas de las cosas aprendidas el fin de semana anterior el sábado 27 hicimos primero un recordatorio, seguido de teórica y prácticas de rapel, donde un aventajado alumno enseñó al resto del grupo una nueva técnica para realizar es maniobra: el “bonisutra”, que consiste en quedarse cabeza abajo colgado de una cuerda, que se te caiga el móvil de 12 mts de altura y que no se rompa; lo malo es que al no saber lo que ocurría, un monitor se quedó más blanco que las tetas de una monja. La tarde acabó con más teoría y prácticas.

Como el tiempo no acompañó, el domingo 28 nos fuimos a Rocópolis, un inmenso rocódromo construido en un polígono industrial en Pamplona. Ese mismo día alguien tuvo la feliz idea de crear un grupo en Whatsapp: “La Comunidad”, así que pasamos de ser un variopinto grupo a ser una sólida congregación de cotorr@s y moscas cojoneras.

Cuando nos vió aparecer un sudor frío recorrió la espalda del dueño de Rocópolis, pero ahí estábamos todos, con una sonrisa de oreja a oreja, dispuestos a demostrar al mundo entero de lo que éramos capaces. Entramos en calor haciendo el circuito – ferrata, en el que el caos nos afecto a todos, y el pánico a algunos, aunque nunca llegamos al grado de locura y nadie saltó al vacío. No voy a dar detalles de la compañera que se cayó de un maldito barril asesino, con la mala suerte de enganchársele una mano y acabar con la muñeca lesionada. Para sacarla de allí se utilizó lo último en rescates de montaña: una plataforma elevadora autopropulsada de la marca ACME (los GREIM de la Guardia Civil ya han encargado cuatro). Pasado el susto el resto de la tarde se nos fue en un entrenamiento brutal y a saco por los techos y desplomes de las instalaciones. El inventor de la ténica “bonisutra” casi no entrenó, pero se paseó en calcetines por todo el recinto deportivo, dejando el “glamour” que caracteriza a todo ejeano algo maltrecho.

El curso concluyó, con un sobresaliente para todos, y con el agradecimiento de los monitores a todos vosotros por habernos soportado, y haber confiado en nosotros.

ÚLTIMA HORA: El propietario de Rocópolis se ha hecho monje budista y ha fijado su residencia en el monasterio de Panillo. Podéis ir a visitarlo cuando queráis, solo tenéis que llevarle valeriana.