UNA DE SANTOS

Con cuatro llamadas rápidas a última hora del sábado improvisamos una salida para este domingo al pico Oturia.

Así que, con un pequeño madrugón, y después de limpiarnos las legañas de los ojos y meternos un par de horas de viaje entre pecho y espalda, Alberto, Daniel, Alfredo de Gallur, Olga de Hecho y Noti, comenzamos a patear desde el bonito pueblo de Yebra de Basa la Ruta de las Ermitas.

El camino de subida es el mismo por el que discurre la mítica carrera “THE OSSAN CROSS MOUNTAIN”, que la mayoría de nosotros habíamos corrido en alguna ocasión, pero esta era la primera vez en que de verdad pudimos disfrutar de la belleza del itinerario…, andando como las personas normales y no corriendo como locos.

Caminando con tiento en las zonas con más hielo fuimos pasando primero por las ermitas Langusto, Escaroniellas y Arrodillas, y luego por los eremitorios de la Cueva, incrustada en la roca con la espectacular cascada del barranco de Santa Orosia delante de ella, los de San Cornelio, San Blas y Santa Bárbara. Ya en la pradera, pasamos por la ermita de O Zoque y, por último, llegamos al Santuario de Santa Orosia, donde cada 25 de junio se celebra una multitudinaria romería.

Desde aquí ya se adivinaba entre la niebla la cima de nuestro objetivo, hacia donde encaminamos nuestros pasos hundiéndonos en la nieve en algunos tramos y pisando hielo en otros.

Como gorilas en la niebla llegamos arriba y enseguida media vuelta, que hacía mucho frío.

En el santuario coincidimos con unos vecinos de Yebra que muy amablemente nos lo enseñaron por dentro y además nos regalaron unos cirios bendecidos preparados ya para esconjurar tormentas.

Con tanto santo y tanta santa Alberto tuvo una epifanía: se le apareció la mártir en carne mortal y le reveló que en la prueba del año que viene bajará los tiempos en media hora (minuto arriba, minuto abajo).